Policiales de Tomás Dainman, Pedro Bober y Facundo Olivera

Policiales de Tomás Berdichevsky, Manuel Einsenchlas y Guido Barilari

Asesinato en el teatro Astral

Después de dos meses de duro trabajo decidimos con dennos Omar un descanso, esa noche 10 de abril fuimos al teatro astral donde bailaba una reconocida bailarina .La obra empezaba 23:00pm así que nos dirigimos a un lujoso restaurante ,luego de comer pedimos la cuenta y partimos hacia el teatro. Allí nos encontramos con unos amigos, al entrar 10 minutos antes anunciaban que hubo un casting 6 meses atrás donde se presentaron cincuenta bailarinas de las cuales quedaron diez y luego dos ,llamadas Angelina Cruise y serena Lohan ,finalmente gano serena Lohan ,ella era la figura principal .Por suerte después de tanto alboroto cómenos la función ,la primera escena representaba la música clásica tocada por Bethoben ,la segunda escena representaba música latina y la tercer escena representaba música italiana.
Luego de una hora y media de función llego el intervalo y con dennos tuvimos la oportunidad de conocer a la bailarina y poder felicitarla, se notaba que era una chica muy educada ya que hablaba con mucha propiedad.
Al papel secundario todavía no la habíamos visto bailar. Termino el intervalo y empezó la segunda parte de la obra ,en esa escena aparecía movimientos artísticos ,donde también aparece serena ,al terminar la espectacular escena se escucha un ruido muy extraño pero de tantos aplausos nadie se preocupo ,yo sabia que Dennis se había dado cuenta de algo pero lo deje pasar y preferí no preguntarle nada, al prender las luces se veía a serena tirada en el piso ,todo el mundo y me incluyo pensábamos que era parte de la escena pero después de quince minutos nos dimos cuenta que ya no era parte de la obra sino que el ruido provenía del desmayo de la bailarina pero era un desmayo? o era algo mas grave? a Dennis se le ocurrió una magnifica idea de subir al escenario y explicar que era detective ,obviamente lo principal era llamar a un medico , para ver la salud de serena pero de eso se encargaba el teatro ,al llegar el medico y revisarla explico que tenia una bala en la espalda Dennis me comento que los que podían ser los sospechosos eran: Angelina Cruise y cinco bailarines ya que estaban con ella en la escena. La deducción de mi amigo era la siguiente Cruise la podía haber matado por la envidia de haber perdido el papel protagónico y decía que era imposible que los cinco bailarines la hayan matado ya que ella murió cinco minutos después que los bailarines desaparecieran de la escena. Puesto que la única sospechosa era Angelina , pero a mi se me ocurrió observar de que lado estaba la bala ,esta estaba del lado derecho de la espalda ,quiere decir que la podrían haber apuntado desde la mitad del escenario para adelante. La gente se paro para retirarse y no quedar involucrada pero los dueños del teatro pidieron que nadie salga de la sala y que todos permanezcan sentados, pedimos que todos levanten la mano pero nadie tenia ninguna pista en la mano ni tampoco en sus bolsos y Angelina tampoco tenia ninguna marca, así que decidimos investigar en el camarín pero no había nada. De paso pasamos por el camarín de Serena y había un paquete de pastillas, investigamos horas y horas y no era nada peligroso si no que eran pastillas para el estrés ,pero había algo muy interesante en el camarín ,una foto de ella con su hermana, pero la hermana estaba tachada, Dennis me dijo que en el publico había un achica muy parecida y que si la hermana estaba tachada algo había pasado entre ellas dos ,nos fijamos en el publico y si definitivamente era la hermana. La investigamos y nos dijo que tenia una relación muy lejana ya que hace unos anos se habían diputado para hacer el papel principal de la obra “un musical increíble” en Hollywood ,ya estaba claro que ella misma la había matado a la hermana por envidia

por Karen Terbalka

Cuentos y noticias con detectives

La tecnología
Era una tarde oscura en Londres, me encontraba con mi compañero de trabajo y vivienda, Martin Scholes. En ese momento estábamos comiendo en nuestro hogar.
-¿Están buenos tus fideos, Martin?
-Un poco fríos pero ricos- dijo – ¡Qué ruido! ¿No?
-Si, es que están instalando al lado estos nuevos “aires acondicionados”- dije con un tono sarcástico – Dicen que largan aire frío/calor. A mí no me gustan, hacen mucho ruido y hay que ponerles un bidón para que caiga el agua. Yo prefiero los ventiladores.
El teléfono sonó y mi compañero atendió, parecía interesado en la conversación, pero a la vez preocupado.
-Los policías nos necesitan-dijo luego de cortar- hubo un asesinato en la calle Baker Street.
Paramos un coche y nos dirigimos hacia el lugar del acontecimiento. En el trayecto me dediqué a investigarlo. Él era alto, robusto y tenía nariz grande.
Allí, los policías nos dijeron que hallaron al adinerado dueño de la casa muerto en el piso, que no tenía lastimaduras excepto la de la cabeza por el golpe al caer (un reconocido químico de unos cincuenta años).
Luego, nos topamos con la única persona que tenía contacto diario con el hombre. Una mujer de mediana edad, pálida y, para mí en estado de shock. Lo que me sorprendió fue que llevaba unas maletas muy grandes. También me di cuenta de que tenía las manos manchadas, por lo que debía ser su asistenta de trabajo, además de la mucama. Esto lo noté porque estaba vestida de negro y con un delantal blanco. Martin me dio la orden de investigar el lugar mientras él charlaba con la empleada.
Entre la muchedumbre se encontraba un señor enojado. Yo le pregunté qué le pasaba y me dijo que él había instalado varios aires acondicionados en la casa hace dos meses y que quería su pago. Yo sospeché de esta persona, pero pensé que la prioridad ahora era investigar la casa.
La casa constaba de:
2 cuartos (uno para él y uno para la mucama)
1 biblioteca
1 living-room
3 baños
1 cocina
1 play-room
1 vestidor
El dueño de la casa yacía muerto en el piso con las descripciones previamente dadas. En el cambiador había solo ropa de hombre por lo que supuse que era soltero.
También noté que el agua que yacía en el bidón del aire acondicionado de los cuartos tenía color verdoso. Pensé que era musgo de las paredes que se colaba en el tubo del aire.
Después de esta investigación, le pasé todos los datos detalladamente a mi compañero que estaba en un banco sentado. Luego de esta charla se puso a pensar unos minutos.
-Creo que tengo el caso resuelto-dijo como muchos de los detectives dicen.
-Claro, fue el técnico de los aire acondicionados para quedarse con el dinero de la mano de obra y de la denuncia por el retraso de la paga- exclamé feliz de haber deducido el caso.
-Esta vez no le acertaste, la próxima será- dijo tranquilamente- fue un buen plan, pero no lo suficiente.
Lo que tenía la empleada en sus manos no era producto del trabajo con sustancias químicas con su patrón, sino lo que utilizó para matarlo. Lo que había en el agua era veneno que previamente fue esparcido por el lugar con los aparatos ventiladores. Al ser soltero, el difunto no tenía a quién dejar su herencia así que la que se iba a quedar con los millones sería ella.
-La verdad nos dejó atónitos a todos- dije con asombro- y todo por esa maldita tecnología.


Autor: Mariano Rabinovich

Traficantes en el aeropuerto

Esa larga noche en la cual yo y Lionel jugábamos una partida de ajedrez, sonó el teléfono:
-Sr. Lionel , lo necesitamos, venga a la comisaría.
Nos dirigimos hacia allí, nos dijeron que necesitaban encontrar a la banda de narcotraficante mexicana más buscada por el FBI.
Una semana después, nos pusimos a investigar acerca de la banda , fuimos a averiguar a la antigua casa del narcotraficante Àlvarez. Lo interrogamos y no nos dijo nada, solamente que sabía en donde se encontraban. Lo encarcelamos y nos dio una pista. Atacarían a una persona en la ciudad: al presidente.
Esperamos un mes y no pasó nada, nos había mentido. Nos dirigimos a hablarle y nos contó que ese era el día y nos dijo que iban a matarlo.
El presidente tuvo mas seguridad ese día , él no tenía que saber que a sufrir un atentado. Así fue , vi entrar a alguien sospechoso. Lo seguí y efectivamente:era una trampa , entró otro hombre y fue a buscar al presidente. Por suerte estaba Lionel que lo arrestó. Lo interrogamos , nos dijo en donde se guarecía la mafia: Después, sacó un arma del bolsillo y le disparó a un guardia. Pudimos encarcelarlo y, por suerte, el guardia no murió.
Esa semana nos dirigimos a México.Prsenciamos un tiroteo en el aeropuerto, lo interferimos y todo salió bien. Cuando llegamos, nos dirigimos hacia el lugar que nos había dicho èl integrante. No había nada ni nadie, solo paquetes y paquetes con drogas. Fue el mayor descubrimiento de narcos que pudieron encontrar, 2 toneladas de drogas en conteiners con destino a todo el mundo.
Los integrantes de la banda no estaban, pero en ese lugar encontré algo, el nombre de Lionel en un papel. No se lo dije, lo seguí de cerca porque me di cuenta de que era el jefe de la banda. Lo pensé, no me podía arriesgar a arrestarlo porque no tenía pruebas entonces esperé un tiempo por nuevas pistas.
Un año después, una noche lluviosa, sonó el telefono, escuché una voz muy extraña pero parecida a la vez, lo pensé, era la voz de Lionel pero cambiada. Entonces decidí pedir ayuda.Llegaron los refuerzos. El llegó, le dije que sabía que era el jefe de la mafia y lo admitió. Me dijo que me tenía que matar porque sabía que era el jefe. En ese momento, los refuerzos salieron de donde estaban escondidos y lo arrestaron.
Supe que fui un buen ayudante de detective y por qué no un detective. Ahora, ¿cuál será mi próximo caso por resolver?

¡Empezamos con teatro!

Recuerden que para el viernes 3 de octubre tienen que traer "Volvió una noche" de Eduardo Rovner.

El reloj de acero

-Me rindo- Dije, tras haber pasado más de siete horas jugano cartas
-Aún no hemos terminado-contestó
-Es que ya amanece, y aún no he dormido lo necesario
-Pues entonces continuaremos mañana- explicó
-Nunca acabas Charles, nunca acabas...
Un silencio invadió la habitación. La luz del sol ya entraba por la pequeña ventana del pasillo, y las barajas aún permanecían sobre la mesa.
-Te debo demasiado dinero, y aún no he podido conseguirlo.
-Lo traeré en la próxima semana.
Charles aceptó. Esto ya no me gustaba, esta partida se me había ido delas manos.
Comenzaron a escucharse voces en las escaleras.
-No es común que llegue gente a estas horas, ahora regreso- dijo Charles
Permanecí limpiando mis anteojos, que estaban deteriorados por el polvo que yacía en la habitación. El desorden apenas distinguía el suelo del techo.
Vi volver a Charles agitado.
-Una carta-me dijo. -La hallé junto al tapete de la entrada
E inmeatamente comenzó a leerla. Estaba escrita en letras grandes claras

"VEN INMEDIATAMENTE. HA OCURRIDO UN ASESINATO.
FRENTE AL CALLEJÓN PIERRE 1669"

Permanecimos callados. Charles comenzó a guardar las cartas.
-Puedo acompañarte si quieres- dije entusiasmado
-Puedes ayudarme y saciarás la deuda
Cogimos nuestros abrigos y subimos al tren más próximo.
Estaba casi vacío, no mucha gente acostumbraba a viajar a esas horas de la madrugada.
Un hombre se hallaba sentado junto a la puerta. Leía el diario, y cada tanto, miraba su reloj, calculando lo faltante hasta la llegada.
Luego de un rato, el tren llegó a la estación.
Caminamos por un pasaje. No muy frecuentado por Charles, ya que recurrió a la ayuda de un mapa para llegar al callejón.
Allí hallamos a varios policías analizando el cadáver.
El cuerpo había estado en observacíon por varias horas.
El color y la palidez de su rostro eran notables. Sus manos, rasgadas por algún material metálico, y sus muñecas cortadas, lo habían hecho desangrarse en muy poco tiempo.
En su mano, sostenía un viejo destornillador. Roto por el mango y manchado de sangre.
Rápidamente, dirigí estos conocimientos a Charles, a quien le fueron de ayuda,
-Ya lo he averiguado. El hombre, llamado Arthur Henry, trabajaba en una relojería.
Lo noté por sus manos ásperas de artesano, y por un pequeño juego de agujas que encotré en su bolsillo.
Debería de estar trabajando durante horas, ya que su rostro seguñia tenso y concentrado en un pequeño trabajo, que debió haber hecho que forzara su vista.
Una falla en su pulso, al tratar arreglar ese reloj, hizo clavarse parte su destornillador en la muñeca.
Los policías, tomaron nota de las evidencias.
Pero seguían sin poder creer la habilidad de Charles para resolver los casos.
Se produjo un silencio batante incómodo.
-Un suicidio-dije concluyendo
-Así es,- contestó Charles sonriente

Luego tomamos el tren de regreso.
Un nuevo juego de cartas esperaba en la habitación.
Sabía que Charles me ganaría.
Entonces...
¿Cuál sería mi próximo caso?